Reseña: Percy Jackson y Los Dioses del Olimpo: El ladrón del rayo de Rick Riordan.

Título: Percy Jackson y Los Dioses del Olimpo: El ladrón del rayo.

Título original: Percy Jackson and the Olympians: The Lightning Thief.

Autor: Rick Riordan.

Editorial: Salamandra.
Saga: Percy Jackson y los dioses del Olimpo #1/5.

¿Qué pasaría si un día descubrieras que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta?

Pues eso es lo que le sucede a Percy Jackson, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su vida.

Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es nada menos que un semidiós, es decir, el hijo de un dios y una mortal. Y como tal ha de descubrir quién ha robado el rayo de Zeus y así evitar que estalle una guerra entre los dioses. Para cumplir la misión contará con la ayuda de sus amigos Grover, un joven sátiro, y Annabeth, hija de Atenea.

Hay libros que todo el mundo te recomienda pero nunca te decides a leer. Los oyes nombrar por todas partes y sus portadas parecen perseguirte incluso en los sueños. Hasta que un día de desenlace te haces con el ejemplar. Pueden ocurrir dos cosas: que no entiendas a que viene tanto parloteo (y te irrites con el libro); o, como ha sucedido en este sazón, que lo entiendas y te preguntes porque has tardado tiempo en leerlo. 

Narrado en primera persona desde un problemático chico llamado Percy de doce años, la historia nos introduce en el cambio de este, un chico estándar, o eso parece, que a su vez sobrelleva dislexia y tiene una contrariedad de concentración. A su alrededor suelen acontecer cosas inauditas, las cuales siempre terminan causándole problemas.

‘‘Percy Jackson y el ladrón del rayo’’ explora el lenguaje juvenil y una forma de hablar desenfadada, la cual la composición es de lo más trepidante, destilada, ágil y sin disipar el ritmo en ningún momento, y es así como Riordan nos luce esta primera entrega con una buena presentación, con delineaciones suficientes, sin revertirlo tediosamente introductorio, Riordan te adentra en una historia de mitologías, aventuras, titanes, semidioses, mortales, monstruos y no puede faltar el peligro que siempre se hace presente… Que poco a poco te vez seducido por mucha acción. La guerra en el Olimpo es inminente. Alguien ha robado el rayo de Zeus, Percy, quien ahora ha descubierto que es un semidiós, se verá obligado a demostrar que él no es el ladrón y para ello tendrá que partir en una misión en compañía de Grover, un joven sátiro y Annabeth, otra mestiza, hija de Atenea.

En los personajes, los dioses del Olimpo se entremezclan con los mortales y solo se distinguen de ellos en el dominio que ostentan. Una reinterpretación, fresca en muchos origines de los olímpicos adaptados a nuestros días. La historia es autoconclusiva pero deja un par de cabos abiertos para retomarlos en próximos libros.

La estructura de la acción es la característica de los libros de aventuras con un héroe principal. El chico normal que descubre que es especial cuando se enfrenta a un conflicto y a raíz del cual surge la acción que se desarrollara durante el resto del libro; Percy Jackson.  Percy es un auténtico imán para los desastres y tiene problemas en el instituto, es bastante impulsivo un personaje muy completo, donde te trasmite sus dudas y sus miedos, pero sobre todo el cual destaca su coraje. Los co-interpretes también son los típicos pero el lector avivadamente puede empatizar con ellos, nos encontramos a Grover, un sátiro guardián, algo despistado, quien es un gran apoyo para Percy y su mejor amigo. 

También no puede faltar la chica, Annabeth, una mestiza que se sumara a este trio en la aventura, y no es de esperarse menos, con tal valentía y veracidad, cavila y razona antes de actuar, decidida, soñadora, y quizás algo reservada pero más que nada, bastante tenaz y valiente que aportara a este trio la serenidad con su inteligencia. 

También nos encontramos a otros intérpretes como lo son: La madre de Percy, Sally, Gabe el Apestoso, quien es el padrasto de Percy, Quirón, quien le van aportando criterios a la historia. 

El autor plantea muy justo a los Dioses, detallando su personalidad de una manera formidable y concibiendo apariciones de cada uno de ellos en momentos ideales, como Ares, Medusa y por supuesto, los dioses principales entre ellos no puede faltar, El Dios del Inframundo. 

El final es desatinadamente abierto y misterioso, con una esencia de intriga que incita a no dejar la saga, corriendo por la siguiente entrega.

Estamos en el siglo XXI pero los dioses del Olimpo parecen haberse escapado de nuestras páginas de los libro de texto, para colarse en nuestras vidas. Percy Jackson y el ladrón del rayo es historia bastante peculiar que rescata toda la mitología griega adaptándola al siglo XXI.